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El milagro del ALBA

El milagro del ALBA La Operación Milagro, uno de los programas sociales del ALBA, de mayor humanismo,  marcha en varios países y prevé atender en diez años a 6 millones de pacientes latinoamericanos y caribeños, en su mayoría sin recursos económicos, por diferentes enfermedades oftalmológicas.

Hasta mediados de diciembre pasado, 305 930 venezolanos fueron intervenidos quirúrgicamente, de ellos 130 481 en su país, donde funcionan 13 centros oftalmológicos.

En Bolivia, uno de los países más pobres de América, más de 51 000 habitantes recobraron la visión, desde noviembre del 2005, la mayoría aquejados de catarata, en 11 centros oftalmológicos. Como muestra de que la integración gana más fuerza en el continente, hasta Bolivia viajaron 3 277 pacientes argentinos y 1 938 peruanos, para dejar atrás la terrible ceguera.

En Ecuador, más de 10 000 habitantes ya están operados.

En conjunto se han beneficiado medio millón de personas, entre ellos 24 416 caribeños.

Este Milagro del ALBA, que te devuelve la vista o que te la hace más clara, más nítida, que te hace más llevadera la vida, es resultado de las aspiraciones integracionistas a favor de los pueblos, de las grandes mayorías, de los desposeídos, de los olvidados de siempre por los gobiernos lacayos.

Pero, como se sabe, no hay peor ciego que el que no quiere ver...

En defensa de los pueblos latinoamericanos

En defensa de los pueblos latinoamericanos Solidaridad, cooperación y complementariedad, en una región donde hay que tratar de resolver los derechos humanos fundamentales, como son la educación, la salud y la seguridad social, fueron plasmados como principios en la Declaración Fundacional del ALBA, suscrita por el Comandante en Jefe Fidel Castro y el Presidente Hugo Chávez el 14 de diciembre del año 2004.

Por su naturaleza, en concordancia con las condiciones que vive nuestra región, esos principios aseguran el éxito del proyecto integrador que representa la continuidad histórica de los anhelos de tener una América Latina unida, fuerte, monolítica, lanzados por los próceres de nuestra independencia.

Las propias medidas neoliberales en diferentes países del área, se encargan de continuar creando las condiciones propicias para el triunfo de tan noble empeño. Es que las grandes  masas de explotados, los olvidados y engañados de siempre por todos los gobiernos oportunistas, van tomando conciencia de la necesidad del cambio en beneficio propio; como dijera Hugo Chávez este 11 de enero en Managua: "llegó la hora de la resurrección de los pueblos en esta nueva batalla"

Ahora son cuatro los países que, por libre y espontánea voluntad, acogen los principios fundacionales de la integración al ALBA, sin imposiciones, sin condicionamientos, en beneficio de todos. "Vamos por buen camino, ya somos muchos", exclamó Evo Morales en el momento que se incorpora Nicaragua, como cuarto país miembro del proyecto. Y serán más, porque es la única posibilidad de hacer frente a los enemigos de los pueblos, a los que matan seres humanos en vez de matar el hambre, a los que distribuyen armas y fuego en vez de distribuir comida y medicinas. Serán más, porque es la única manera de realizar los sueños de Martí, de Bolívar, de Fidel, de Hugo Chávez y de todos los que queremos el bien para esta América Nuestra.