Aves de rapiña
Es difícil encontrar una imagen representativa de la actuación norteamericana en Haití.
La prensa internacional refleja el arribo de marines, el despliegue de medios y equipos, incrementando la presencia militar de la mayor potencia mundial. Pero no se tiene referencia de causa, motivo o pretexto alguno, aunque sea aparente, inventado.
Pudiera pensarse en la ayuda humanitaria demandada por un pueblo desgarrado física y moralmente, golpeado y mutilado en magnitud nunca vista. Pero la demanda es de auxilio, agua, alimentos, medicinas, atención, saneamiento; asuntos que ese ejército no sabe ni puede atender.
Lejos de aliviar la carga que pesa sobre los cuerpos y las mentes de las victimas, sus familiares y los que prestan auxilio en lo que queda de la capital del país más pobre de América Latina, lejos de respaldar desvalidos, alimentar hambrientos, curar heridos, abrigar niños huérfanos u otra acción demandada; vienen, atraídos por el olor a sangre y cuerpos en descomposición por falta de atención oportuna, atraídos por la inestabilidad social y política a consecuencia de un evento natural.
Y… ¿por qué será?
Es por naturaleza, así son las aves de rapiña; no curan al herido, se alimentan de él.
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rafael -